Aimar es un niño de Valladolid con problemas neumológicos, por lo que está matriculado en el colegio de Educación Especial (ASCEE) Pedro I.
Por sus problemas el año pasado el servicio de neumología infantil del Hospital de Salamanca que le atiende, prescribieron un servicio de enfermería que el colegio no cuenta con ello aunque debería de tenerlo por obligación, pero sin embargo la familia se enteró de ello mediante una vaga contestación verbal del equipo psicopedagogo, diciéndoles que le denegaban el servicio por falta de ello, pero que el colegio Obispo Barrientos en Medina del Campo si cuenta con dicho apoyo.
Con esta circunstancia el colegio está ayudando a una clara situación de desventaja de Aimar y de todos los niños con discapacidad que necesitan un apoyo extra de enfermería del centro, que revierte de forma negativa en el desarrollo de los niños.
Así a la lucha continua de estas familias hay que sumar la incertidumbre que supone verse obligados a cambiar de localidad para que el niño pueda acudir a clase con todos sus apoyos o por el contrario no llevarle al colegio por la inseguridad que produce el saber que no hay un servicio de enfermería que se haga cargo de él cuando surja una complicación de la enfermedad.
Como bien dice la ley, no dotar a las ASCEE de medios humanos y recursos suficientes atenta contra el derecho al acceso a la educación de los niños y niñas y el derecho a la elegir centro de las familias, suponer una dificultad añadida para aquellas familias que no se resignan a abandonar el medio rural.