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La enfermedad de Lymes es una infección bacteriana, se trasmite por picadura de garrapatas, entre sus síntomas hay que destacar fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, articular, muscular, rigidez de cuello. Erupciones con manchas rojas, parálisis facial, problemas cognitivos, etc.
Se suele dar en países del hemisferio norte, y desde hace un tiempo sanidad alerta de que están aumentando también los casos en Asturias, donde se está realizando un estudio de prevalencia para intentan mejorar su diagnostico, ya que a no ser muy frecuente a veces los médicos no acaban de reconocerla.
Según el estudio suele afectar más en zonas rurales y fundamentalmente en Asturias en la zona suroccidental.
También alertan que es una enfermedad infradiagnosticada, ya que los casos leves se suelen confundir fácilmente con otras patologías. Y al final solo se acaban diagnosticando los casos más graves que llegan a las urgencias.
El riesgo de contagiarse es proporcional al tiempo que se le dedique a actividades al aire libre, si hay o no garrapatas en la zona que se esta haciendo la actividad, el tiempo climatológico y si se tiene relación o no con alguien que haya sufrido sus picaduras.
Las zonas con más riesgo en España son Asturias, la Rioja, Navarra, el norte de Castilla y León, Cantabria y el País vasco, principalmente desde finales de la primavera hasta el principio de otoño, que es cuando más garrapatas hay y por tanto se debe aumentar la protección.
En cuanto al territorio, se ha confirmado una clara concentración en el Principado de Asturias, concretamente en el área sanitaria II, con cabecera en Cangas del Narcea, donde si la media por área es de dos casos por cada 100.000 habitantes, en esta zona se eleva hasta 18, aunque se piensa que la incidencia real es mucho mayor, llegando a ser de 130 casos por 100.000.
Muchos pacientes son atendidos en atención primaria o en consultas de especialistas con síntomas leves que acaban pasando desapercibidos, ya que entre los médicos no acaban de aclararse, a veces las pruebas no muestran nada convincentes y los propios pacientes que ocultan información del tipo he estado haciendo actividades al aire libre, complican que se dé un diagnostico claro.
La mayoría de los afectados suelen ser hombres de edad avanzada, de los cuales menos de la mitad recuerdan haber sufrido alguna picadura y solo 4 de cada 10 reconocen haber hecho alguna actividad de riesgo al aire libre (agricultura, ganadería, jardinería, caza, etc), y 9 de cada 10 reconocen haber estado en una zona rural ya sea por tener allí una casa o por participar en algún evento allí.
Los enfermos identificados presentaban síntomas generales como fiebre, adelgazamiento, malestar general o conjuntivitis, y 3 de cada 4 tenían afectado un órgano, o tenían problemas neurológicos,erupciones cutáneas o afecciones cardiológicas.
