Científicos de EE.UU., están estudiando una forma de reparar la espina dorsal, de hecho ya ha sido probado en un paciente de 33 años.
La reparación se basa en una implantación eléctrica y una rehabilitación para que esta funcione, el implante va fortaleciendo las conexiones con la médula espinal y también con el cerebro, haciendo que el paciente sea capaz de levantarse y caminar pudiendo olvidarse unos minutos de la silla de ruedas.
La operación consiste en un implante de 16 electrodos en la zona inferior de la médula espinal.
Es verdad que el trasplante solo funciona durante un tiempo, pero esto nos hace pensar que la solución para estas lesiones no debe de estar muy lejos, todo es cuestión de que la tecnología siga avanzando en implantaciones.